Villa Galán equilibra la sobriedad contemporánea de sus muros blancos con la calidez tradicional de las cubiertas de teja. Dos cuerpos prismáticos se articulan en torno a un porche pasante que actúa como umbral y zona de sombra, mientras carpinterías de madera natural aportan un matiz cálido y doméstico.

La vivienda se adapta al relieve mediante plataformas aterrazadas que conectan interior y jardín; grandes ventanales enmarcan el paisaje y maximizan la luz, a la vez que la envolvente de alto rendimiento reduce la demanda energética. El resultado es una casa que combina lenguaje actual y raíces mediterráneas, fiel al principio de ZARKEX: diseño claro, funcionalidad y viabilidad constructiva.