El proyecto resuelve la vivienda como un volumen principal revocado en blanco que se apoya sobre un zócalo continuo de placas pétreas gris grafito. Este basamento acentúa la ligereza del cuerpo superior y protege la planta baja frente a impactos y humedad del terreno inclinado. Las líneas horizontales se refuerzan con los forjados volados que incorporan barandillas de vidrio sin montantes, logrando transparencias que amplifican las vistas al valle y al mismo tiempo actúan como visera solar para los huecos inferiores.

En fachada, las pilastras y jambas metálicas antracita marcan un ritmo vertical que contrasta con la piedra estriada, mientras la cubierta inclinada de poca pendiente se oculta tras un peto perimetral para preservar la lectura de plano limpio. El conjunto se completa con carpinterías enrasadas y lamas registrables que garantizan sombreamiento selectivo y ventilación nocturna. Así, Casa Zafra combina materiales duraderos y detalles contemporáneos en una arquitectura clara, eficiente y perfectamente integrada en la topografía serrana.