Sobre la llanura extremeña, Casa Sara destaca por la superposición de dos volúmenes ortogonales que alternan revoco blanco y paneles grafito. Esta doble piel genera ritmo en fachada y resuelve protección solar mediante vuelos y retranqueos, mientras las barandillas de vidrio y los huecos verticales aportan ligereza y profundidad sin renunciar a la rotundidad formal del conjunto. El zócalo continuo elevado separa la vivienda del terreno, evita humedades y enfatiza la línea de sombra al atardecer.

En planta, la casa se abre al sur a través de terrazas y porches que extienden la vida exterior, integrando la topografía con taludes ajardinados y un pavimento corrido de losas porcelánicas antideslizantes. La envolvente se completa con aislamiento SATE de alta eficiencia, carpinterías de aluminio con ruptura de puente térmico y ventilación pasiva cruzada que disminuye la demanda energética anual. Con su lenguaje sobrio y sus soluciones constructivas viables, Casa Sara reinterpreta la vivienda contemporánea extremeña bajo los principios de claridad, funcionalidad y durabilidad que definen la firma de ZARKEX.